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El servicio de mensajería ha estado estos últimos días a pleno rendimiento entre la FIA y la FOTA: Max Mosley escribió a la asociación de equipos rogándoles su inscripción en el mundial 2010.

La respuesta de varias escuderías no tardó en llegar, y su contenido “no es completamente negativo”, según informa un portavoz de la FIA esta semana. De forma independiente, Mosley se puso en contacto de forma personal con Ferrari. Pero Stefano Domenicali no se ve obligado a responder: “Teníamos un acuerdo con la FIA, pero creemos que los compromisos se rompieron, por lo que ese acuerdo ya no es válido”.

La idea de una competición alternativa a la Fórmula 1 de la mano de la FOTA ha vuelto a cobrar forma por el paddock. Bernard Ecclestone, en declaraciones a Daily Express, cree que se equivocan seriamente si le dan finalmente la espalda: “Les costará cientos de millones de libras”, asegura.

No es una advertencia; es una amenaza. Ecclestone asegura que los equipos no podrán beneficiarse gratuitamente de la infraestructura montada por la Fórmula 1: “Aparte de mis contratos con los equipos, si alguien acude a cualquiera contratado por nosotros, a nuestras compañías, contratistas de televisión… Lo veríamos seriamente. Cualquier acción puede costar cientos de millones de libras”.

Este viernes la FIA dará a conocer al lista oficial de competidores que han recibido la aprobación para participar el año que viene. Quizá haya sorpresas.