¿Qué tal estaría desplazarse por la ciudad con el movimiento de una bicicleta, pero ir cómodamente tumbado? El Shweeb es un prototipo que busca aliviar ecológicamente el tráfico en grandes ciudades. En pocas palabras, es una mezcla de bicicleta y monorrail.
Lo interesante es que es un medio de transporte rápido y 100% ecológico, aunque necesita una gran infraestructura para que funcione. Esta iniciativa pasó del mundo de las ideas al real en Nueva Zelandia, en un parque especialmente diseñado.
Al ser un vehículo cerrado, aerodinámico y con ruedas especiales, los inventores aseguran que andar en el Shweeb cansa la mitad que una bicicleta común y un tercio que la mountain bike. Lo mejor es que se reducen los riesgos de accidentes y atropellos.
La idea es digna de aplaudir, ya que parece una buena y ecológica alternativa para lugares cerrados como empresas, fábricas y universidades. Además, sirve para hacer deporte de manera muy entretenida.
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